martes, 26 de octubre de 2010

¿¿ALGUIEN HA VISTO AL PRÍNCIPE AZUL??

Hay personas que no pueden vivir si no es en pareja y después estoy yo. Estoy tan acostumbrada a estar sola que no puedo entender a esas personas que no dejan pasar más de un mes o dos antes de emprender una relación. ¿Qué es mejor, ser como soy o que los demás sean como son? Reconozco que soy exigente hasta cierto punto, pero no pido imposibles. Entonces ¿es que el mercado está mal o yo no sé encontrar personas normales? ¿Existen los hombres normales? ¿O es que yo tengo un imán para los tarados? Miles de preguntas cruzan por mi mente continuamente y alcanzan sus momentos de mayor efervescencia cuando alguien me pregunta por milésima vez ese dichoso interrogante de ¿tienes novio? ¿y a qué esperas? Se te va a pasar el arroz!!!! Y tú piensas, mientras el odio asoma por tus ojos ¿y a tí que coño te importa mi situación sentimental? ¿es que te va la vida en ello? ¿o es que piensas que soy lesbiana simplemente porqué sé lo que no quiero y no me quedo con el primer impresentable que se cruza en mi camino?

Después está la fase de las citas a ciegas. Tus amigos, en el empeño de rescatarte de tu soltería, va y te sueltan un día aquello de: ¡¡¡Tengo un amigo ideaaaal para tí!!! ¡¡¡¡Es muy simpático y su última historia acabó como la tuya... os entenderíais muy bien!!! La cosa empeora cuando tú eres la única soltera de tu círculo, un ejemplar único (y raro) en peligro de extinción, tanto que incluso serías digna de ser exhibida en un zoo o en un museo como si fueras una santa mártir. Y salvar tu vida del horror de no hipotecarla con otra persona sería como hacer la gran obra de su vida, se lo toman como una cruzada personal, sólo que no buscan el Santo Grial, sino el Santo Varón que te aguante en las duras y en las maduras. Se agradece el empeño, pero llega un punto en que te sientes como un conejillo de indias con tanta prueba de compatibilidad.

Supongo que todo llega, aunque soy de la opinión que el amor no llama a la puerta ni aparece en el comedor de tu casa como los regalos de los Reyes Magos el día 6 de enero. Hay que salir a buscar, si se deja encontrar...

martes, 5 de octubre de 2010

TUS 10 MOMENTOS DE FELICIDAD DEL DÍA

Alguien me contó que en un programa de televisión una psicóloga afirmaba que nuestro cerebro tiene una tendencia natural a quedarse con las cosas negativas y desechar las positivas. Para invertir la tendencia, sugería que tenemos que entrenar a nuestro pequeño ente gris para que aprenda a seleccionar automáticamente lo bueno que nos sucede. Y ¿qué mejor manera que hacerlo que pensando en 10 cosas buenas que nos han pasado a lo largo del día antes de acostarse?

Al principio, la tarea es ardua, como los trabajos de Hércules. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, supuestamente, debería de resultar más fácil... aunque la realidad es que con la costumbre, caemos en automatismos y en los típicos clichés como: mi familia, mis mascotas, mis amigos, tener un trabajo (de mierda, pero un trabajo al fin y al cabo), tener un techo sobre mi cabeza y comida en la mesa (aunque sea congelada). A veces, la rutina nos da sorpresas agradables en forma de evento destacable, con lo que ese día tenemos la suerte de añadir algo memorable a la lista...

Os propongo que lo intentéis y me contéis cómo os ha ido...