viernes, 5 de noviembre de 2010

El karma se ceba con quien menos lo merece

O eso creo yo... el día que me dé motivos para pensar lo contrario, rectificaré (espero que el karma tome buena nota de ello).

Lo cierto es que el dicho de que "las desgracias no vienen solas" o de que "no hay dos sin tres" tiene más razón que un santo. Qué inteligentes eran nuestros antepasados... si es que no hay mejor escuela que la de la vida. Cuando uno tiene un mal día suele tener otro detrás y otro de propina por si no haa tenido suficiente. Y lo peor es que los días se conviertan en semanas... Qué negro se ve todo desde el fondo del pozo y cuán lejos queda la luz del final del túnel. A ver, busquemos una cuerda y trepemos hasta la salida. Vaya, no hay cuerda. A ver si mis habilidades de sherpa tibetano me sacan de esta. Vaya! Cómo resbalan las piedras de las paredes. ¡Qué leñazo me acabo de pegar! A ver, pensemos como salir a la superficie. Un poco más de ingenio. Mmmmm.... ¡que agobio, no sé qué hacer ni cómo empezar! Pero sé que quiero salir de aquí y que el solecito de la mañana me alcance con sus rayos y que la brisa sople en mi cara, en mis pulmones, en mis entrañas y barra la podredumbre que la humedad de este pozo ha inyectado en mis pulmones. Querer es poder, dicen. Pero a veces, por mucho que se quiera no se puede porque no te dejan, o dicho de otro modo, porque cuando avanzas un metro, te empujan y retrocedes dos o incluso, te despeñan. Ironías de la vida. Los malvados siempre vencen. Pero no, ¡esperad! a lo lejos vuelve el héroe sufridor, trepando cual araña por las paredes del pozo, dejándose las uñas, el aliento, la moral (más fuerte que la del alcoyano, sea quién sea ese buen señor), empuja al malo y sale victorioso al mundo exterior. Qué hermoso se ve todo desde este lado... esperemos que el pozo quede atrás por mucho tiempo o por lo menos, el suficiente para poder disfrutar de la paz que irradia la vida al sol.

Todo este rollo metafísico viene a que no importa lo que cueste, hay que intentar pensar que vendrán tiempos mejores aunque estemos en una etapa de hundimiento en nuestras miserias personales y que los malos ratos, los sinsabores y los cabreos un día dejarán paso a la paz, la calma y la tranquilidad, o por lo menos, a una existencia con menos sobresaltos.

martes, 26 de octubre de 2010

¿¿ALGUIEN HA VISTO AL PRÍNCIPE AZUL??

Hay personas que no pueden vivir si no es en pareja y después estoy yo. Estoy tan acostumbrada a estar sola que no puedo entender a esas personas que no dejan pasar más de un mes o dos antes de emprender una relación. ¿Qué es mejor, ser como soy o que los demás sean como son? Reconozco que soy exigente hasta cierto punto, pero no pido imposibles. Entonces ¿es que el mercado está mal o yo no sé encontrar personas normales? ¿Existen los hombres normales? ¿O es que yo tengo un imán para los tarados? Miles de preguntas cruzan por mi mente continuamente y alcanzan sus momentos de mayor efervescencia cuando alguien me pregunta por milésima vez ese dichoso interrogante de ¿tienes novio? ¿y a qué esperas? Se te va a pasar el arroz!!!! Y tú piensas, mientras el odio asoma por tus ojos ¿y a tí que coño te importa mi situación sentimental? ¿es que te va la vida en ello? ¿o es que piensas que soy lesbiana simplemente porqué sé lo que no quiero y no me quedo con el primer impresentable que se cruza en mi camino?

Después está la fase de las citas a ciegas. Tus amigos, en el empeño de rescatarte de tu soltería, va y te sueltan un día aquello de: ¡¡¡Tengo un amigo ideaaaal para tí!!! ¡¡¡¡Es muy simpático y su última historia acabó como la tuya... os entenderíais muy bien!!! La cosa empeora cuando tú eres la única soltera de tu círculo, un ejemplar único (y raro) en peligro de extinción, tanto que incluso serías digna de ser exhibida en un zoo o en un museo como si fueras una santa mártir. Y salvar tu vida del horror de no hipotecarla con otra persona sería como hacer la gran obra de su vida, se lo toman como una cruzada personal, sólo que no buscan el Santo Grial, sino el Santo Varón que te aguante en las duras y en las maduras. Se agradece el empeño, pero llega un punto en que te sientes como un conejillo de indias con tanta prueba de compatibilidad.

Supongo que todo llega, aunque soy de la opinión que el amor no llama a la puerta ni aparece en el comedor de tu casa como los regalos de los Reyes Magos el día 6 de enero. Hay que salir a buscar, si se deja encontrar...

martes, 5 de octubre de 2010

TUS 10 MOMENTOS DE FELICIDAD DEL DÍA

Alguien me contó que en un programa de televisión una psicóloga afirmaba que nuestro cerebro tiene una tendencia natural a quedarse con las cosas negativas y desechar las positivas. Para invertir la tendencia, sugería que tenemos que entrenar a nuestro pequeño ente gris para que aprenda a seleccionar automáticamente lo bueno que nos sucede. Y ¿qué mejor manera que hacerlo que pensando en 10 cosas buenas que nos han pasado a lo largo del día antes de acostarse?

Al principio, la tarea es ardua, como los trabajos de Hércules. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, supuestamente, debería de resultar más fácil... aunque la realidad es que con la costumbre, caemos en automatismos y en los típicos clichés como: mi familia, mis mascotas, mis amigos, tener un trabajo (de mierda, pero un trabajo al fin y al cabo), tener un techo sobre mi cabeza y comida en la mesa (aunque sea congelada). A veces, la rutina nos da sorpresas agradables en forma de evento destacable, con lo que ese día tenemos la suerte de añadir algo memorable a la lista...

Os propongo que lo intentéis y me contéis cómo os ha ido...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

OPERACIÓN RETORNO

Se acabaron las vacaciones... pasaron aquellos felices días en los que nos levantábamos con la grata luz del mediodía, desayunábamos con una parsimonia inusual y decidíamos sobre la marcha adónde ir... si no es que estábamos fuera y madrugábamos con gusto para ver cosas nuevas y diferentes.

Ahora que hemos vuelto a la realidad, tenemos que pensar en aterrizar, en poner los pies en el suelo (pero siempre con la cabeza en las nubes). La primera semana es la más traumática porque nuestro cuerpo, acostumbrado al relax, al transnochar y a levantarse tarde, se rebela contra la gran agresión que supone volver a acelerarlo y a estresarlo. Sin embargo, poco a poco la máquina se engrasa y todo vuelve a su cauce.

Entonces, llega el momento de poner hilo a la aguja y cumplir con los propósitos acumulado a lo largo del éxodo estival... hasta que por hastío o cansancio los arrinconamos para acordarnos de ellos en el año nuevo.

Bienvenidos!

jueves, 5 de agosto de 2010

Buenos propósitos para la vuelta de vacaciones

Ya queda menos!!! Mañana es mi último día de trabajo y mi primer día de libertad. Y cuando llegamos a estas alturas del año, nos planteamos montones de buenos propósitos para el inicio del curso laboral... como si fuese un equivalente a los buenos deseos del año nuevo.

Entre el top ten están: ser mejores personas (se es o no se es, pero es algo que no se puede cambiar por más empeño que se ponga), apuntarse al gimnasio o a clases de inglés, dejar de fumar, etc.

Yo siempre he sido de la opinión que hay que marcarse metas asumibles, vamos, que sepas que las puedes cumplir y que vas a hacerlo. Cualquier otra cosa, son sueños o aspiraciones. Por ejemplo, mi aspiración es que cuando sea mayor quiero montar una paradita itinerante de chorraditas para ir de mercadillo en mercadillo o dedicarme a plantar lechugas o a cuidar ponys y pollitos (esto es serio, de verdad!). Mis metas para este nuevo cuso son: sacarme de una vez el título de inglés, que para eso llevo años estudiando y un pastón invertido; hacer un taller de circo, viajar mucho, apuntarme a clases de tribal, seguir sacándole punta a mi vena creativa y no volver a abandonarla jamás (si acaso, máxime a esquivarla un poco por motivos de fuerza mayor) e intentar ser todo lo feliz que pueda y que me dejen... y esperad que a la vuelta de vacaciones no vuelva con más metas!!! Si es que siempre estoy maquinando...

martes, 3 de agosto de 2010

El éxodo vacacional

Vacaciones... qué bien suena esta palabra... por si sola, pinta sonrisas en las caras de toda la humanidad... Cuánto ansiamos todos que llegue el verano para poner pies en polvorosa y huir del mundanal ruido del teléfono, de los gritos del jefe, del estrés y del agobio para pasar unos días de relax... o no...

Los que somos más organizados empezamos una o incluso dos semanas antes a hacer listas de cosas que nos vamos a llevar, con el pretexto de no olvidad nada... eso sí, al cabo de dos días la lista está llena de tachaduras o enmiendas porque donde decías que te ibas a llevar la camiseta X pones que te vas a llevar la Y... Acuérdate de imprimir las reservas, no sea que la líes parda y llegues a tu destino con una mano delante y otra detrás o aún peor, que ni siquiera te lleves los billetes de avión...

Cuando lo tenemos todo claro, es hora de hacer la maleta (en mi caso, a salto de mata por falta de tiempo). Cuidado que quepa todo, no te pases del peso y lleves la ropa adecuada, para no pasar frío ni calor... y si puede ser, que sobre espacio para los souvenir exóticos que te vas a traer (véase, el gondolero de plástico que brilla en la oscuridad o la flamenca para encima de la tele).

Y ahora... vayamos al aeropuerto y recemos porque los controladores aéreos nos muestren su caridad cristiana dejándonos abandonar el país y si puede ser, a la hora que toca...

Ya en nuestro destino, esperamos desconectar lo máximo posible y convivir en paz con las personas con las que nos vamos... pero surgen los roces de la convivencia. Uno quiere quedarse cual lagarto al sol todo el santo día y otro, que es hiperactivo, quiere estar todo el día haciendo y viendo cosas, arriba y abajo... se inicia un tira y afloja en el que en el mejor de los casos, todo queda en tablas con el famoso "ni para tí ni para mí", lo que significa "haremos lo que a mí me dé la gana"... Total, que con tal de no discutir, se acaba pasando por el aro...

Aún y así, benditas vacaciones!!!!

domingo, 18 de julio de 2010

La insoportable levedad de los vínculos

Parece mentira lo que tarda en crearse un vínculo y lo poco que cuesta romperlo, aniquililarlo, destrozarlo. Los lazos no son tan sólidos como aparentan.

Romper la coraza del miedo y de la desconfianza puede costar meses, años, toda una vida, pero cuando se consigue, uno espera que esa persona permanezca en nuestras vidas si no para siempre, por un tiempo prolongado. Cuánto cuesta mantener una amistad, el amor, y hacer que siga valiendo la pena...

Desgraciadamente hay personas que no saben cuidar sus conexiones. Nada más fácil que cortarlas de un tijeretazo. Y fin de la historia. Hasta que viene el masoquista de turno, pensando en lo triste que es acabar con algo tan hermoso (y tan puro, piensa el pobre infeliz) como con el amor paterno-materno-filial, el cariño entre amigos, el amor entre una mujer y un hombre, va e intenta sellar la ruptura con cinta americana, para que el lazo salga reforzado... pero nada es para siempre, ni siquiera la cinta americana. Y vuelve a pasar algo que la vuelve a quebrar en mil pedazos, con el atrevimiento del vil desprecio hacia el prójimo. El probre infeliz vuelve a sufrir, a debatirse entre obstinarse a conservar (en la medida en que se lo permitan) esa relación torturadora, cruel y sádica o intentar ser feliz y empezar de nuevo. Obviamente, le gusta sufrir, así que escogerá la primera opción, por caridad cristiana, cree él, aunque en realidad lo hace para demostrarse a sí mismo que el fracaso no ocurrió por su culpa.

Como dicen, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y así, el masoca, desoyendo todas las señales, reincide una y otra vez como un delincuente común. Le encanta sufrir. Hasta que un día se da cuenta de que tropezar una y otra vez en la misma piedra es de necios y decide trazar un camino alternativo, lejos de la piedra en su camino. Más vale tarde que nunca.

viernes, 9 de julio de 2010

Del fútbol, los pulpos y otros animales.

Antes de entrar en materia debo confesar (mea culpa) que no me gusta el fútbol. Me parece aburridísimo ver a dos grupitos de hombres correr tras una pelota y dar patadas a todo lo que se mueve durante ni más ni menos que durante 90 minutos (en el mejor de los casos). Así que, obviamente, no sigo el mundial, es más, me irrita profundamente que alteren toda la parrilla televisiva por el dichoso deporte rey. Nos lo meten en vena, de día y de noche, te guste o no.

Para mí, el futbol es como el "panem et circenses" de los romanos, un mecanismo de atontamiento popular, para aplacar a las masas sedientas de sangre de los políticos, de sus jefes, etc. Mientras ven el fútbol, no piensan, dejan de pertenecer a la masa crítica que tanto incomoda. Gritan como energúmenos, tocan la vuvuzela y se adornan con complementos frikis y estrambóticos. Pierden el sentido del ridículo, e incluso, el control y la poca vergüenza que alguna vez pudieron tener.

Que conste que no todos los hinchas del fútbol son iguales, pero todos aquellos que agreden a los árbitros o a los hinchas o a los jugadores de otros equipos hacen desmerecer a los demás, por más pacíficos que sean.

Y qué decir de las familias... el fútbol las desune y las desestructura. Papá ve el futbol en el salón y mamá aprovecha el dichoso momento de gloria para salir con las amigas (si no hay fútbol, se queda en casa con la pata quebrada). ¿Y los churumbeles? Con papi viendo el fútbol (si no está con sus amigotes primitivos gritando cual mandriles en celo, como si su equipo pudiera escuharles a través de la televisión) y desarrollando sus instintos más primitivos y bárbaros (menos mal que aún no conocen la cerveza y sus efectos) o dándole la lata a mami (si no ha podido enchufarlos con la abuela)... y esto durante toda la temporada de fútbol, que dura toooooodo el año.

Entonces, ¿quién es más animal? Dejo que saquéis vuestras propias conclusiones...

miércoles, 7 de julio de 2010

Felicidad que bonito nombre tienes...

Desde que descubrí esta canción de "La Cabra Mecánica" no me la quito de la cabeza... y me da que pensar... qué es la felicidad? Acaso es como los Reyes Magos, un cuento infantil para tenernos engañados e ilusionados esperando a que llegue? Viene a ti o hay que buscarla?

Yo no tengo una respuesta (aún) y no sé si algún día lo averiguaré... creo que la mayor parte de los mortales nos tomamos la búsqueda de la felicidad como una carrera de fondo... y tanto correr, nos pasamos de largo la meta... Así que probablemente, la felicidad esté en el camino, en las pequeñas cosas, en cada sorbo, en cada paso.

Qué bonito es encontrar una pincelada de felicidad en las pequeñas cosas... quizá os parezca gracioso, pero ayer la encontré cocinando a la vuelta del trabajo... concretamente, preparando "humus". Casualmente, encontré el ingrediente secreto que me faltaba en un "badulake" y ya en casa, me puse a experimentar. El momento de abstracción que alcancé fue indescriptible. Yo y el "humus", el "humus" y yo. Creatividad en estado puro.

Conclusión: para encontrar la felicidad no hay que irse muy lejos...

martes, 6 de julio de 2010

MI PRIMERA VEZ

Esta es mi primera vez... sí, hoy me estreno en este gran y desconocido mundo que es la blogosfera... lo cierto es que siento algo de vértigo, por la responsabilidad que supone escribir algo de cierta calidad, es decir, que no sea una bazofia sin interés y que enganche desde la primera a la última palabra. Además, debo decir que tengo colegas escritoras que han puesto el listón muy alto... así que espero no decepcionar a nadie (y menos a mi misma con mi autocrítia exacerbada).

Los escritores profesionales dicen que siempre hay que escribir sobre algo que se conoce bien... quizá tenga que escribir sobre mi vida, amparada en el anónimato global de la blogosfera... en cualquier caso, ya lo iré viendo a medida que vaya avanzando.

Buenos días por la mañana!!!